Es un trastorno de la fluidez del habla que se caracteriza por interrupciones bruscas en relación con bloqueos y espasmos musculares que afectan, con distinta intensidad, la coordinación fonorrespiratoria y los movimientos articulatorios. (Juárez y Monfort, 1992).Ocurre sólo cuando la persona habla con otra.Es difícil conocer cuál es la causa o probablemente las causas, pero es un tipo de problema que suele generar en quien la padece y en el entorno sensación de ansiedad y angustia. En los comienzos del lenguaje, a los 3 y 4 años, se suelen dar a menudo, pausas, repeticiones de sílabas y palabras que no necesitan ningún tipo de intervención, la persona adulta debe hacer caso omiso de ello ya que son tiempos que el niño o la niña necesita para acceder a las palabras. Este tipo de “tartamudez evolutiva” no va acompañada de bloqueos musculares.En su etapa inicial el niño o niña no suelen ser conscientes del problema, pero el entorno suele reaccionar ante el mismo con temor y entonces aparece la sensación de frustración en él o ella, y fruto de esta sensación los esfuerzos infructuosos por corregirla y la ansiedad derivada de la imposibilidad (cuando intenta modificar el habla sólo consigue aumentar la intensidad y la duración de los bloqueos).
Cómo ayudarles- Evite hacer comentarios como habla más despacio o no te pongas nervioso. En lugar de ayudarle, esos comentarios le hará todavía más tenso y nervioso.
- Sea paciente. No intente ayudarle a hablar
- Intente transmitir que lo más importante es lo que dice y no cómo lo dice
- Cuando hable con un tartamudo, intenta comportarse igual que lo hará con otra persona.
- No lo felicite cuando él consigue completar alguna frase difícil.. El sufrimiento de los niños con tartamudez muchas veces empieza en la escuela, donde pueden ser objeto de risas o burlas por parte de sus compañeros. Eso le podrá cambiar el carácter, y hacer con que vuelva más solitario.
El siguiente artículo nos habla de los diferentes métodos de intervención de la disfemia en niños en edad escolar
Es un trastorno de la fluidez del habla que se caracteriza por interrupciones bruscas en relación con bloqueos y espasmos musculares que afectan, con distinta intensidad, la coordinación fonorrespiratoria y los movimientos articulatorios. (Juárez y Monfort, 1992).
Ocurre sólo cuando la persona habla con otra.
Es difícil conocer cuál es la causa o probablemente las causas, pero es un tipo de problema que suele generar en quien la padece y en el entorno sensación de ansiedad y angustia. En los comienzos del lenguaje, a los 3 y 4 años, se suelen dar a menudo, pausas, repeticiones de sílabas y palabras que no necesitan ningún tipo de intervención, la persona adulta debe hacer caso omiso de ello ya que son tiempos que el niño o la niña necesita para acceder a las palabras. Este tipo de “tartamudez evolutiva” no va acompañada de bloqueos musculares.
En su etapa inicial el niño o niña no suelen ser conscientes del problema, pero el entorno suele reaccionar ante el mismo con temor y entonces aparece la sensación de frustración en él o ella, y fruto de esta sensación los esfuerzos infructuosos por corregirla y la ansiedad derivada de la imposibilidad (cuando intenta modificar el habla sólo consigue aumentar la intensidad y la duración de los bloqueos).
Cómo ayudarles
- Sea paciente. No intente ayudarle a hablar
- Intente transmitir que lo más importante es lo que dice y no cómo lo dice
- Cuando hable con un tartamudo, intenta comportarse igual que lo hará con otra persona.
- No lo felicite cuando él consigue completar alguna frase difícil.